GRACIAS POR LOS RECUERDOS / Capítulo Treinta: El Instituto de Neuropsiquiatría de la UCLA

¿ESTE ES EL ESTE O EL OESTE?

He experimentado muchos, muchos episodios de lavado de cerebro, control mental, electroshock y torturas mentales en la Universidad de California en Los Angeles, en el Instituto Neuro- psiquiátrico de Westwood. Su participación fue el seguro del gobierno de que yo seguiría funcionando y amnésica de mi utilización. La horrible experiencia en la que estuvo involucrado el Dr. Louis Jolyon 'Joly' West de modo que yo pudiera ser utilizada en los más altos niveles en los últimos años, sin riesgo de derrumbarme ni de recordar. Henry me enviaba con mensajes para dar al Dr. West, con instrucciones en cuanto a cosas dentro de mí que quería desprotegidas. Bob Hope no tenía esta conexión, sólo Henry tenía acceso a West. Fui allí a informar durante años, pero empecé a ir regularmente después de que Craig entrara en la Universidad de la Escuela de Odontología del Sur de California en 1973 y que se estableciera la conexión en Westwood con el Dr. Milo Brooks, mi pediatra.

Las enfermeras me hicieron una revisión y escribían notas haciendo referencia a mi pulso, el movimiento de los ojos, los reflejos de los pies, etc. Intentaban codificar y confundir mi mente consciente del hecho de quien era en realidad el Dr. West, él cruzaba los brazos y apuntaba en ambas direcciones diciendo: "Este es el este o el oeste". E incluso ahora, cuando alguien me pregunta por direcciones y menciona el este o el oeste me quedo un momento confusa y no puedo aclarar las direcciones. El Dr. West también me programó para activarme y desactivarme con las señales rojas y verdes de las rampas de la autopista, para que me sugirieran hipnóticamente cuando las viera al entrar en Westwood me hicieran cambiar la personalidad que tenía la información y que sabía a dónde ir para informar en el hospital.
Después de la visita, cuando veía la señal de volver a casa, la señal era para recordarme que debía olvidar lo que había pasado.

Nunca me permitieron caminar cerca o actuar como si conociera al Dr. West cuando le veía caminando por el pasillo del Instituto Neuro-psiquiátrico. Tenía instrucciones de ir donde estaba él sin ningún tipo de reconocimiento. Era un hombre corpulento, muy grande, el "pez gordo" de por allí, y parecía estar a cargo de todo y de todos. Estuve programada para ir a informar allí durante muchos años para ver a sus médicos. Había un médico joven que me metía dentro de una sala de examen y me hacía un montón de pruebas neurológicas y comprobaba mis respuestas para asegurarse de que aún reaccionaba dentro del rango normal. También me decía que entrara en la sala y fuera en un cuarto de baño y le esperara. Cuando llegaba, tenía relaciones sexuales conmigo y después me sugestionaba para que no lo recordara.

Había una habitación con un falso espejo que también era una ventana. Al cabo de un tiempo yo ya sabía que había otros que miraban desde el otro lado del espejo de dos vías, ya que el médico al realizarme pruebas y hacerme preguntas de vez en cuando hacía una mirada hacia el espejo / ventana, como diciendo a los espectadores - "Ves, ya te lo decía yo", o "prestad atención". Me hacían un montón de preguntas y, a veces me mostraban a otros médicos para que pudieran ver cómo trabajaba yo. Me veían como un éxito de alto nivel porque estaba tan dividida que podían utilizarme de muchas maneras diferentes sin mi conocimiento consciente. De hecho, me habían dirigido a inscribirme para estudiar psicología en la Universidad de Pepperdine en Malibu. Les preocupaba que, si los secretos que había oído en el NPI se filtraban hacia mi mente consciente, ellos podrían tener problemas. Así que me hicieron conseguir la licenciatura en psicología y los estudios suficientes como para dar sentido a mi vasta reserva de conocimientos psiquiátricos y jerga fugados hacia la conciencia.

Tuvieron que comprobarme con más frecuencia después de mis accidentes de 1985 y 1987. Durante el tiempo en que estaba estudiando en la Universidad de Pepperdine, era más accesible a las zonas de Point Mugu y Malibú, y por tanto, a disposición de Reagan en cualquier momento en la zona de Malibú, cuando estaba en California. De vez en cuando el doctor West se dejaba caer en un consultorio mientras el médico más joven me estaba examinando. Decía que había algunas cosas que quería ver por sí mismo. Era arrogante con los médicos jóvenes y muy autoritario. Le oí hacer comentarios condescendientes sobre los psiquiatras y psicólogos clínicos como si estuvieran por debajo de su nivel de experiencia, ya que él era neuropsiquiatra MD. Él pensaba que mi terapeuta de Westwood, el Dr. Stuart Perlman, estaba mal informado y podía haber controlado fácilmente mi terapia en 1988-1991, ya que Stuart no consideró los aspectos bioquímicos de mi caso. Informaba al NPI de manera irregular cuando me dijeron que informara y llevara a Kelly cuando me daban instrucciones. A medida que mi nivel de funcionamiento disminuía mientras que mis recuerdos de la primera infancia empezaban a filtrarse de nuevo en mi mente consciente, me ordenaron que informara con mayor frecuencia en la UCLA - NPI. Conocían las combinaciones químicas que me cerraban durante la noche, y así no poder acceder a ciertas partes de mi cerebro y de la memoria durante el estado de sueño, cosa que había empezado a hacer. Fue por eso que me hacían tomar Halcyon con una copa de vino cada noche durante el periodo de terapia con Stuart. Fuera cual fuera la combinación química, la enfermera me dijo, "tómate medio o un cuarto de un comprimido de Halcyon seguido inmediatamente de un vaso de vino, preferentemente blanco, y notarás inmediatamente una somnolencia y caerás en un profundo, tranquilo sueño".

Entonces un médico volvió a la habitación después de que la enfermera se fuera y dijo, "Repíteme las instrucciones". Así lo hice y él dijo, "Exacto, correcto. Tienes que seguir estas instrucciones cada día en todos los sentidos para sentirte mejor. No tienes que, repito, no tienes que saltar de ningún edificio. No debes hacerte daño a ti misma de ninguna manera. ¿Has entendido mis instrucciones?" Con los ojos cerrados y escuchando atentamente sus instrucciones desde un profundo estado de trance, asentí con la cabeza.
Dijo, "Bueno, ahora ya te puedes ir a casa".
Y me levanté, salí del hospital e hice todo el camino a través del campus hasta mi coche que había estacionado cerca de la biblioteca. Al pasar por delante del stop de la rampa de la autopista este me recordó que debía "meter esta experiencia en los rincones más profundos de mi mente", y volví a casa.
Cuando los recuerdos de los acontecimientos que estaba programada a olvidar empezaban a inundar mi conciencia, yo respondía queriéndome hacer cortes, quemarme o saltar desde lo alto de un rascacielos de Los Ángeles. Sólo pensaba que tenía que estar realmente alterada psicológicamente por querer hacer algo así. Simplemente no podría entender qué me estaba pasando y por qué estas órdenes de autolesión continuamente me incitaban compulsivamente a herirme o matarme. Y no tenía forma de saber que mis controladores no estaban realmente preparados para que me eliminase a mí misma, al menos no hasta que se completaran mis tareas con ellos.


CONTROLES MENTALES AJUSTADOS

Había un cirujano en la UCLA que me había ordenado conducir hasta el hospital para tener relaciones sexuales con él. Tenía el cabello oscuro, la piel ligeramente oscura, ojos marrones y brazos peludos. Hacía metro ochenta de altura, de buena constitución y era joven. Recibí instrucciones de encontrarlo en la cafetería de los doctores. Normalmente llevaba la bata verde de cirugía o azul y comíamos juntos. Era vegetariano y yo le miraba mientras él comía y luego teníamos relaciones sexuales en un pequeño baño en el Instituto de Neuropsiquiatría. Los baños en el NPI eran unisex y él abría la puerta, me hacía señas con la mano para que entrara, y entonces rápidamente se colocaba detrás de mí y me susurraba, "shhh", para qué no dijera nada. Apagaba la luz y empezaba a manosearme por todas partes y normalmente prefería penetrarme por detrás. Tal como tenía programado, yo sonreía y reía y hacía ver que me lo pasaba bien sin darle importancia. Le gustaba que le hiciera sexo oral a su coche deportivo rojo, pero no cuando bajaba la capota. A efectos de programación, hacía sonar las llaves delante de la cara y entonces me sacaba fuera y a veces caminábamos por Westwood o íbamos a comer en una cabaña de atrás del restaurante The Bratskeller. Se hartaba a reír cuando le hablaba sobre mi terapia con Stuart. Decía, "vestida con pantalones cortos como estos y con una pinta inocente como la que tienes, ¿cómo crees que puede mantener la mente pendiente de los negocios? "Reí y le dije que Stuart no lo había entendido. Era verdad, Stuart no era adicto al sexo.

Este médico de la UCLA me llevaba a diferentes habitaciones del NPI para readaptación y "ajustes", como él los llamaba. Un día me hizo levantar de la mesa examinador y yo me estaba riendo.
Decía que estaban teniendo realmente buen cuidado de mí, manteniendo todas mis partes engrasadas y lubricadas para mantenerme en buenas condiciones de trabajo. Había grandes máquinas en forma de tubo donde me metían. Cuando cerraban la puerta, me dejaban dentro, sonaba como una aspiradora cerrada herméticamente y había una especie de eco dentro. Yo yacía sobre mi espalda y había un pequeño espejo cuadrado, montado sobre mi cara. Pensaba que se suponía era normal, los clientes habituales se sentían seguros o con menos claustrofobia. Aunque aquel médico se quedaba conmigo durante las horribles pruebas, era amable conmigo la mayor parte del tiempo. No me gustaban las pruebas, pero él me decía qué harían los médicos y cuándo. Una vez dos médicos utilizaron un bisturí y me hicieron una pequeña incisión detrás de la oreja derecha para algo. No tenía ni idea de lo que me hacían. Siempre me estaban haciendo pruebas, sondeándome y mirándome por rayos x. Debían tener kilómetros de registros míos.

Me metían en una máquina que era como un cilindro y me hacían girar. Veía luces y colores; azules, rosas, blanco, amarillo, junto con sonidos y electroshocks. Veía y grababa en mi memoria fotográfica como los médicos con batas blancas me dibujaban mapas en la frente y en la cara y me conectaban a cables. En ese acto había toda una sala con gente sentada todavía como zombis, todos con rayas dibujadas en la cabeza. Cada individuo bajo control mental tiene números de código para poder seguirles sin importar a qué proyectos de investigación sean asignados. Hacían estudios de nuestros cerebros en diferentes contextos, en ambientes diferentes, con diferentes estímulos. También estudiaban los efectos genéticos. Estudiaban una amplia y variada gama de efectos del medio y de genes en una función de cerebro de la gente, sus funciones vitales, la longevidad y la productividad. Monitorizaban la función cerebral mediante la lectura de los EEG ( Electroencefalogramas ) extraídos de electrodos colocados en mi cabeza y registraban y planificaban un montón de datos que recibían.


EL CONTROL MENTAL TECNOLOGÍA DEL FUTURO

Hubo un montón de veces que me tumbaban en una camilla y me inyectaban drogas, y entonces los médicos me hablaban mientras estaba drogada. Había muchos médicos de la UCLA que lo sabían todo sobre el control mental y estaban bien entrenados para la tecnología del futuro. Decían que habían sido especialmente seleccionados por su capacidad intelectual "para participar en un esfuerzo por la paz mundial con el único método conocido por el hombre". Habían sido entrenados con los últimos métodos de cómo programar y operar bajo control mental. Había una gran cantidad de médicos involucrados, médicos diferentes en diferentes momentos en diferentes lugares. Fui "demostrada y modelada" a menudo durante años para su aprendizaje, comprensión y beneficio financiero. Hubo concentraciones para médicos, científicos, funcionarios de prisiones y otros profesionales que eran seleccionados para recibir esta información secreta de control mental.

Reagan estuvo involucrado en estos esfuerzos durante años, desde que era gobernador y porque cooperó y "iba junto con el programa". Entonces los últimos años, ya Presidente, la cantidad de gente que presenciaba las demostraciones creció a medida que se hacía más cercana la implementación del plan del Nuevo Orden Mundial. Todos aquellos que llevaban a ver la tecnología del control mental nunca podrían ignorarlo. Necesitaban un ejército de profesionales para llevar a cabo el plan y el número de personas implicadas aumentó dramáticamente en los años 80 después de que Reagan y Bush llegaran al gobierno y cooperaran al máximo.

Durante las administraciones de Reagan los médicos de la UCLA hacían pruebas y demostraciones ante otros médicos explicando cómo trabajaban, pero a estos "estudios" les llamaban de la mente o del cerebro. No hacían referencia en ningún momento como control mental, pero en cambio daban el nombre pegajoso de "modificación de la conducta". Tenían una pista circular desde donde dirigían las demostraciones mientras yo yacía sobre una mesa o estaba sentada desnuda en una silla, respondiendo como un títere a sus indicaciones. Las demostraciones implicaban técnicas de control mental simple como la "telequinesis". Una vez el médico me hizo doblar una cuchara desde el otro lado de la habitación con el poder de la mente. Me decían que viera la cuchara doblada mentalmente y que me concentrara exclusivamente en este pensamiento para verlo y que escuchara las palabras que oía en mi mente, entonces la cuchara se doblaba y a veces incluso la hacía mover y caer de la mesa desde la otra punta de la sala. Una vez me programaron para aguantar una llave con una mano y doblarla con la mente. Yo la enrollaba mientras la tenía todavía en la palma y los dedos, mi mente centrada totalmente en la clave. La mayoría de la gente no tienen ni idea del poder que tiene una mente concentrada. Los médicos lo miraban aguantando la respiración. También me programaban para encender un fuego con la mente desde el otro lado de la sala.

Los daban grandes donaciones a los médicos que querían continuar investigando sobre el poder de la mente o sobre la conexión cuerpo / mente, o sobre estudios del cerebro. Durante una de esas demostraciones, un grupo de médicos presenciaron como el médico de turno me sugestionaba hipnóticamente para que yo no me quemara. Me acercó una cerilla encendida al brazo, y tal como había dicho, yo no me quemé. Un médico en particular se presentó al final de la demostración para echar un vistazo más de cerca a mi brazo para ver si, realmente, no me había quemado. Después de ver que el brazo no se había quemado, se le llenaron los ojos de lágrimas, y con un gesto Católico se hizo la señal de la cruz y dijo: "Perdónanos", y se alejó.

Durante años, la mayoría de los científicos y médicos no respondieron como lo hubiera tenido que hacer este ser humano científico, simpático, compasivo. Creo que muchos ignoraban en cuanto al nivel de los experimentos de control mental y sus usos y no sabía exactamente cuándo control mental se había conseguido. Pero mis controladores eran conscientes de estas tecnologías y las utilizaban para hacerme parecer como si fuera "sobrenatural" ante las personas sobre las que querían influir. Podían pre-programar aquellas manifestaciones y ellas aparentemente se producían espontáneamente sin ninguna injerencia externa. Así era como manipulaban los llamados milagros para el Papa y otros líderes católicos del Vaticano. Programaban 'milagros' como hacerme sangrar las palmas de las manos como lo hacía Cristo o hacerme hablar un latín erudito con el Papa o los obispos, entregarles mensajes que les ponían de rodillas, besar los rosarios o collares o mis pies. No sabía qué me decían porque en realidad yo no sabía latín. Ellos, como muchos otros, eran vulnerables a estos milagros que les repartían ya que pensaban que eran las "alas de los ángeles" ( yo ) para influir en ellos. Pensaban que yo era algún tipo de oráculo repartiendo mensajes de Dios o mensajes angelicales. Incluso había entregado mensajes a Reagan con temas religiosos, pero sólo funcionaban con los que eran religiosos.

Iba a menudo entre la UCLA y la Base Naval de Point Mugu para esta tecnología. En Point Mugu tenían grandes bancos de equipos de audio, tanques con delfines y una piscina, y la UCLA equipos para hacer pruebas en el cerebro, resonancia magnética y un equipo de realidad virtual.


"Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran" - Mateo 7:1






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