GRACIAS POR LOS RECUERDOS / Capítulo Veintinueve: Regreso al futuro

MÁS PROYECTOS CLASIFICADOS DE ALTA TECNOLOGÍA

En 1985, tras un choque frontal y el proceso de curación subsiguiente requerido por el accidente de coche, mi dirección y curso quedaron irrevocablemente alterados. Dejé el trabajo en la clínica dental de mi marido, volví a la universidad y fui a estudiar a la Universidad de Pepperdine de Malibu para comenzar las clases para cumplir los requisitos para obtener una licenciatura en Psicología. Pero como siempre, además de los cursos que me llevaban al título había una agenda alternativa, oculta, planificada y orquestada por mis controladores. Además de asistir a clases en Pepperdine, también era utilizada en la zona de Malibu para experimentos que fomentaban la investigación parapsicología.

En Pepperdine hacían experimentos e investigaciones sobre la naturaleza de la conciencia superior, como pensaban las interceptaciones del cerebro, por qué algunos cerebros procesan el pensamiento superior y otros no, cómo afectan al cerebro la pureza de la dieta y el agua, los efectos de la meditación sobre el cerebro, la visualización a distancia y experimentos fuera del cuerpo. Me programaron para reunirme con un grupo en una pequeña habitación de la universidad donde teníamos que ver películas. Mi participación estaba cuidadosamente ligada a mi uso en los proyectos y con Ronald Reagan. Había otros en la sala viendo películas como si fueran robots. Nos trataban como monos.


EXPERIMENTOS TELEPÁTICOS

Entre otras cosas a Pepperdine, se realizaban las pruebas sobre el estudio y el aprendizaje en estados alterados de conciencia. Empecé a leer libros sin fin sobre los fenómenos psíquicos y a ser entrenada físicamente y más adelante a experimentarlo. Cada día a la hora del desayuno me presentaba en la gran cruz que adorna la ladera de la Universidad, para sentarme dentro de la pequeña área y entrar en estado meditativo. Hacía esto cada día y me sentía como si me estuviera comunicando con las ballenas y delfines en el vasto océano que se extendía en una vista panorámica desde esta ubicación.

Parte de los experimentos se centraban en la comunicación telepática y mis controladores me enviaban mensajes a través de sistemas vía satélite para ver si podía captarlos. Me encargaban aquellas tareas que había que realizar en el mar o cerca de la costa para que fuera más fácil recoger los mensajes telepáticos que me enviaban a través de ondas de radio que ellos emitían. Había momentos en que conscientemente pensaba que sólo iba a hacer una paseo, que tenía el día libre, cuando en realidad me estaban dando órdenes y dirigiendo hacia diferentes ubicaciones. Un día fui en coche hasta lo alto de una remota torrentera en las colinas de Malibú. Me coloqué en la cima de una montaña con mi silla de playa y me senté sola a leer un libro sobre Edgar Cayce. Cuando miré lejos hacia las cimas de las montañas, mi mirada se centró en todo tipo de antenas parabólicas e instrumentación de la colina que tenía delante. Después de pasar unas horas allí volví a casa en Agoura Hills. Más tarde ese día, sonó el teléfono. Lo cogí y un hombre me hizo unas preguntas antes de decir: "Vemos que has captado el mensaje respecto a dónde ir hoy y que has seguido nuestras instrucciones impecablemente. Buen trabajo y queda a la espera del siguiente conjunto de instrucciones". Clic, colgó. Colgué como un robot y me fui como si no hubiera pasado nada. Inmediatamente aquella parte de la realidad quedó profundamente sumergida dentro de mis retiros mentales programados, y se quedó allí hasta más tarde, cuando volvieran a acceder.

Había muchos lugares a los que me dirigía telepáticamente en respuesta a los mensajes que me enviaban mis controladores. A menudo me hacían creer que me llevaban guías y maestros encarnados cuando realmente me estaban guiando hombres que estaban inculcando estos pensamientos para dirigirme a varios lugares donde ellos querían que estuviera.


OTRAS AVENTURAS A LO LARGO DE LA COSTA DE CALIFORNIA

El gobierno estadounidense parecía estar dispuesto a vender cualquier cosa, incluso niños, a países extranjeros para obtener fondos para financiar el control mental y otros proyectos de investigación. Reagan lo presentaba diciendo que era la única manera en que podríamos sobrevivir - que todos estaríamos muertos por la destrucción nuclear en manos de aquellos "idiotas extranjeros" salvo que tuviéramos la oportunidad de tener un mayor control, y los proyectos de control mental aseguraban la seguridad estadounidense. Él hacía que sonara como algo que Estados Unidos debía tener para permanecer una nación segura y libre. Sin embargo, el Consejo conocía el panorama que había más allá de lo que Reagan creía que era la "seguridad nacional". En realidad era una adquisición internacional por parte de un grupo de megalómanos que habían decidido asegurar el futuro de su propia avanzada descendencia genética. Desde mi punto de vista, no tenía nada que ver con la libertad o la seguridad estadounidense. Pero Reagan era un peón y no tenía toda la información ni conocía la agenda más elevada del Consejo. Si la hubiera tenido, habría sabido que Estados Unidos estaba siendo engañado.

Reagan me hizo llamar y me recogieron de nuevo al mediodía, mientras yo estaba 'meditando' bajo la cruz de Pepperdine, para ser recogida para hacer demostraciones a hombres de todas partes. En general eran grupos pequeños, porque Henry o el Consejo estaban trabajando bajo este punto de vista, también, juntando diferentes científicos o líderes extranjeros que, naturalmente, tenían que ser competitivos para que pudieran sacar el máximo provecho de ellos. A menudo Reagan, o un militar, les explicaban el proyecto en grupo y jugaban con su orgullo nacional y les enfrentaban a su competitividad natural y sus egos. Después, terminada la reunión, uno de los nuestros se los llevaba a parte, en una habitación separada y les decía lo que les interesaba, pero que tal o cual país (Arabia Saudita, por ejemplo) tenía más para ofrecer. Los trabajaban así para lograr una mayor cooperación con la esperanza de que tal vez el líder o científico ofrecería más favores, recursos, conexiones, etc., de modo que podían sacar aún más del negocio. Henry sabía realmente cómo funcionaba la gente, y sabía ser muy convincente. Le decía a Reagan y a los demás que todo era por la seguridad nacional, la seguridad estadounidense, y todos aquellos hombres lo creían, todos pensaban que Henry era muy inteligente y muy pro-estadounidense, pero en realidad nunca lo era. Sólo hablaba de esta manera para que la gente hiciera lo que él y el Consejo querían. "Reagan no es un robot, pero bien podría serlo", decía Kissinger. Yo no estoy tan segura.

Durante los años 80 introdujeron un ordenador en mi habitación, desde donde empecé a recibir en casa instrucciones del Consejo. No pensaba que fuera muy buena con los ordenadores, ya que había tomado una clase de computación y creí que en realidad no podría aprender la tecnología. Pero mientras que el "yo", parte consciente de mi personalidad, no estaba al tanto de mis conocimientos de computación, ¡las otras partes estaban completamente en sintonía! Al levantarme, antes de lavarse los dientes, tenía órdenes de informar por el ordenador. Se veía un símbolo si tenía órdenes y debía continuar para obtener más. Hicieron que fuera sencillo para que yo pudiera acceder. Había códigos para 'asiduos', la gente que había conocido durante la semana, al igual que algunas de las estrellas de cine de Malibú y Beverly Hills. Me daban horarios y listas de personas para encontrarme con elllas, o estar pendientes de reunirnos, y fechas para estar en determinados lugares a determinadas horas, por lo que tenía que saber cuando arreglarme el cabello, pintarme las uñas, a qué hora, la ubicación, etc. Ni siquiera tenía que ir a informar a la habitación del Holiday Inn, lo hacía desde casa. Después de mediados de los 80, mis controladores comenzaron a acceder a mí más directamente sin que Craig estuviera al cargo. Tomaron más directamente el control.

A menudo mis instrucciones eran de esperar meditando bajo la cruz de la Universidad. Me utilizaban mucho durante ese tiempo, y pasaba cada vez menos tiempo con mi familia. Hombres trajeados u hombres que parecían y se vestían como si fueran jardineros de Pepperdine venían a mí a darme mensajes mientras estaba meditando. Más tarde, hombres trajeados me recogían, me daban golpecitos en el hombro como un código dos o tres veces, después de lo cual me levantaba y me iba con ellos. En aquella ocasión en concreto, los hombres me llevaron a los almacenes de armas donde entregué detallados mensajes a los traficantes de armas y grabé sus respuestas para recuperarlas. Un montón de "negocios" de armas de países extranjeros se llevaban a cabo en los almacenes, menos las transacciones originales. Después llevaba el mensaje de vuelta y lo entregaba aquella noche donde me decían. Entonces volvía a casa por la noche con mi familia, después de haber "estudiado" en la biblioteca de la universidad durante todo el día. ¡Imposible!


AVENTURAS DEL CONTROL MENTAL

En un almacén de Santa Monica tuvo lugar comercio de armas de Irán - Contra. Nada se podía nunca rastrear hasta Reagan, ya que debía ser una operación encubierta para recaudar fondos para otros proyectos, "proyectos de investigación". Se sentían justificados vendiendo armas a cualquiera, incluyendo a nuestros enemigos, porque creían que los días de los conflictos armados se habían acabado. En vez de eso, ahora podían ganar las guerras con nuestra alta tecnología psicológica, la guerra química y electrónica, si alguna vez lo necesitábamos, y eran capaces de utilizar las tecnologías de control mental para asegurarse de que el enemigo entregara las armas. Pero, mientras tanto, se podían vender armas relativamente obsoletas y ganar dinero para promover la investigación en el control mental.

Un montón de operaciones de tráfico de drogas y de armas se llevaban a cabo en los almacenes de California, especialmente en Santa Mónica y Malibu y alrededores. Se hicieron muchos contactos con extranjeros para aumentar los fondos para la continuación de los proyectos de investigación. Y utilizaban los robots con control mental que habían creado para que ganaran dinero para ellos. Mucha, mucha gente estaba bajo control mental y habían estado trabajando para ellos durante años - hombres y mujeres que eran dentistas, abogados, corredores de bolsa, médicos, psiquiatras, psicólogos, políticos, banqueros, directores de empresas, ingenieros, directores o propietarios de diarios, personal de enfermería, maestros, directores, etc. etc. etc., y todas estas personas programadas se utilizaban para promover "la causa", cada uno de ellos colocado en posiciones estratégicas para ser utilizados por el Consejo.

La tecnología disponible era tan avanzada que la mayoría de la gente ni siquiera podía soñar con ella. Esto superaba con creces cualquier cosa que se hubiera visto en películas de ciencia ficción o leído en los libros - la automatización total, incluso de personas.

Tenían operativos de control mental en puestos de trabajo que incluían viajar y luego les utilizaban a nivel internacional para promover su causa. Consideraban que no había manera de no tener éxito ya que muchos ahora estaban completamente bajo su control y eran capaces de controlarlos mediante señales universales, lo que les permitía poner ciertas palabras, frases o símbolos en los medios de comunicación actuales (cine, televisión, periódicos, música, etc. ) y los robots del control mental quedaban programados para intensificar su ritmo. Ciertas palabras se habían vinculado a través de la programación con diferentes funciones que estos robots tenían asignadas por hacer. Así que todo lo que tenían que hacer era escuchar combinaciones de palabras con, tonos, frecuencias, etc., Y les podían dar órdenes a todos en muy poco tiempo para que llevasen a cabo sus instrucciones programadas.


¿DIVERSIÓN BAJO EL SOL?

En otras ocasiones presentaba informes en Zuma Beach y yo pensaba que había pasado el día relajándome al sol por mi cuenta. En realidad saltaba de la silla de playa y entraba en el mar, nadando entre las olas, a veces haciendo largas distancias, con facilidad y sin esfuerzo, como mandaba mi programación, para encontrarme con un barco justo fuera del rompiente de las olas. Un hombre del barco me ayudaba a subir a bordo, mojada, me daba una toalla y entonces decía: "Vaya, pero usted debe ser una persona importante". No podía comprender ni responder porque estaba totalmente programada y este evento "en realidad no estaba sucediendo".

Me llevó a Point Mugu y se disculpó cuando debido a las condiciones de la mala mar no pudo acercarse más, cuando nos acercábamos a la entrada trasera. Le dije que no se preocupara que estaba acostumbrada a nadar largas distancias y era experta en nadar en mar abierto. Le dije que sólo usaría las olas para que me lo hicieran más fácil. Yo tenía un programa que hacía que mi cuerpo fuera incapaz de notar la temperatura del agua, para así poder entrar en aguas muy frías y no pasar frío. Así que me sumergí desde el barco en bikini y nadé hasta la orilla. Había algunos corrales y una pantalla bajo el agua que yo sabía cómo nadar alrededor para llegar a la orilla. Me acerqué andando hasta la zona de la playa, en el cemento y la valla de tela metálica, y esperé hasta que un hombre con el uniforme naval blanco me dejó entrar y me acompañaron a una ducha exterior que utilizaban cuando ellos nadaban. Me llevó dentro de un cuarto de baño, donde encontré un uniforme naval, blusa blanca y azul marino y el borde dorado, y una falda blanca y zapatos azul marino cuidadosamente apilados para que me vistiera. Me cortaba el pelo cada cuatro semanas para poder pasarme los dedos y que quedaran bien, ya que era naturalmente rizado. El mismo oficial me llevó a través de un área donde me pasaron por un escáner de metales por razones de seguridad y tuve que pasar a través de un monitor luminoso y lo pasé con gran éxito. Después me acompañó para ver a quién debía informar - un oficial comandante, a Reagan o a veces a Bush. Pero esta vez estaba allí para encontrarme con Reagan y hacer una demostración a un grupo de científicos extranjeros a los que querían reclutar para la investigación.

Me metieron dentro de una cápsula cilíndrica transparente, quizás para enseñarla, y después Reagan mostró a estos hombres como reaccionaba yo ante las órdenes. Demostraba el uso de mis archivos mentales de forma rápida al pedirme información detallada y descripciones de esquemas. Yo lo hacía con rapidez, dictándoles las elaboradas imágenes holográficas en 3D que veía en mi cabeza. Todos los hombres aplaudían. Al principio los aplausos me condicionaban a hacerme cambiar de personalidad, y después me sorprendía al encontrarme a mí misma donde estaba. Normalmente, después de terminar las manifestaciones, Reagan me hacía recoger con una limusina para ir con él y teníamos un encuentro sexual rápido en algún lugar, por allí cerca. Más tarde, me metían en otro coche y me dejaban de nuevo a la playa, donde me cambiaba una vez más y me ponía el bikini. Acostada en la silla de playa, disfrutando del sol de California, obedecía a mi programa que ordenaba: "Poco a poco vas saliendo de la meditación".

Más tarde, al volver a casa me colocaba delante del ordenador y tecleaba las teclas que estaba programada a seleccionar a fin de escribir un mensaje o respuesta de Reagan o con quien hubiera estado, y así el mensaje le llegaba a Henry. No sé cómo funcionaba, pero a menudo instantáneamente volvía una respuesta escrita en la pantalla, junto con la orden de "borrar el día, ha sido un día de relax al sol y el mar".


LA CHICA TRABAJADORA

Había veces en que me llevaban con el bote salvavidas a Point Mugu y un capitán me acompañaba a las habitaciones para ser utilizada. Me daban otra ropa para vestirme y después me llevaban en helicóptero al rancho de Reagan, a menudo para reuniones con líderes extranjeros. Y cuando Henry no estaba (a menudo no estaba), tenía que esperar allí, pero los asistentes pensaban que era una secretaría de Reagan. Reagan se basaba en la información que yo tenía en mis archivos mentales, puesta por Kissinger para que él pudiera acceder. Kissinger hacía funcionar gran parte de la diplomacia exterior del Gobierno de Estados Unidos enviándome a aquellas reuniones.

Durante los años en que gente como Rebozo, Sinatra y Bush querían sacarme del medio (matarme), Henry los detenía porque él y el Consejo habían trabajado durante años, incluso décadas, para establecer las conexiones que yo tenía con gente. Henry tenía robots clave en situaciones clave para que todos trabajaran en perfecta armonía de las tres partes. Me habían colocado cerca de los líderes del gobierno de los Estados Unidos, la realeza británica, Margaret Thatcher, y los líderes de otros países, y estas relaciones eran "sazonadas con tiempo", como decía Henry, así que quería mantenerme ahí durante el mayor tiempo posible. Henry decía que estas relaciones eran muy especiales ya que estos contactos me conocían y confiaban en mí desde hacía tiempo, sin efectos secundarios, por lo que en el futuro compartirían información conmigo sobre cosas más importantes sin preocuparse.

Henry me probaba con frecuencia, especialmente después del accidente y cuando empecé la psicoterapia a tiempo completo. Me estaba hundiendo, pero ellos me estaban construyendo una copia de seguridad con otras orientaciones sin que perdiera el ritmo en mis tareas. Mis personalidades que estaban cerca de los líderes extranjeros no habían sufrido el accidente y fueron aisladas de esta experiencia. En cambio, gozaban de una salud y bienestar totales para continuar con su trabajo. Habían creado diferentes personalidades para los diferentes líderes para que Henry pudiera inculcar fácilmente información nueva o mensajes, pero, manteniendo la personalidad, ya que habían sido creadas especialmente para determinados líderes en concreto.

Me llevaban en helicópteros que se elevaban desde barcos de guerra en alta mar, en el extranjero para ser la conexión en transacciones de municiones o drogas con varios países - Colombia, Bolivia, México, Jamaica - No puedo recordarlos todos. Pero iba vestida con un uniforme militar y volaba en helicópteros hacia aquellos lugares para entregar mensajes, generalmente a un hombre uniformado que estaba fuertemente custodiado. Pero una vez más, que no tenían ni idea de que nuestro país poseía armamento que parecía cualquier cosa menos armas - que ni siquiera podían ver: armas invisibles que podían caer sobre las rodillas de la gente y dejarlos incapacitados para funcionar. No necesitaban matarles, sólo enviarles la energía específica y controlar la actividad de sus ondas cerebrales.

Recuerdo un momento en que el piloto llamaba a un banco extranjero para ver si el dinero estaba en la cuenta antes de hacer la entrega de las armas vendidas. El dinero no sólo se hacía con la venta de armas, sino también con arreglos financieros hechos que creaban enormes ingresos con los intereses de los préstamos a los países desesperados, dispuestos a pagar lo que fuera para salvar la vida de su pueblo. Así que pagaban un montón de dólares por las armas y pagaban además el interés de los préstamos. Todo esto estaba previsto, la instigación de guerras que crearían un mercado internacional de armas. Esto también mantenía ocupadas a las naciones comprando armas obsoletas que América decía que eran las mejores. Les tenían mirando hacia otro lado mientras estábamos utilizando secretamente las copiosas ganancias de las ventas para financiar más investigación de control mental, para que el plan de conquistar el mundo se pudiera aplicar. Todo esto era realizado por personas muy inteligentes y manipuladoras que utilizaban mucha planificación estratégica. Arabia Saudí y otros países financiaban inadvertidamente un montón de investigaciones de la NASA y, cuando había embargos de armas u otros embargos, todo lo que contaba era que el precio subiera y Estados Unidos hacía aún más dinero.


LAS DEMOSTRACIONES DE POINT MUGU

Después de las demostraciones en el recinto circular de Point Mugu, Reagan se quedaba dentro de una limusina con agentes del Servicio Secreto flanqueándola fuertemente debido al intento de asesinato. Yo era escoltada fuera y luego los agentes metían a Reagan en la parte posterior de la limusina, uno de los agentes ocupaba el asiento delantero opuesto al del conductor y le daba instrucciones de dónde ir. Entonces, después de que alguno de los agentes fuera a informar de su siguiente deber, otro agente abría la puerta trasera y me sentaba al lado de Reagan y nos íbamos. El vidrio de seguridad entre la parte delantera y los asientos se cerraba después de que yo subiera.

Reagan se volvió muy bueno diciéndome cosas para que creyera que él estaba siendo educado, cuando él estaba cerca a mí no se me permitía comer. Un día nos llevaron a un restaurante de pescado de Malibu un lunes, cuando el restaurante normalmente cerraba, pero lo abrieron para tener la oportunidad de servir al Presidente. Reagan fue primero con una falange de agentes del Servicio Secreto flanqueándole por todos los lados. Incluso no se le podía ver en el grupo y luego lo sentaron en un stand aislado trasero, me hicieron entrar y le dijeron al camarero que yo era su sobrina que le iba a ver. Con una servilleta colgando del brazo, el camarero preguntó a Reagan, "¿y qué comerá la señorita esta tarde?"
Reagan me miró y yo dije, "Gracias, pero ya he comido".

Después hizo alguna broma sobre ello y empezó a comer pescado, zanahorias, arroz y ensalada. Yo estaba sentada y le sonreía mientras él comía, y escuchaba con atención. Cuando hubo terminado, el Servicio Secreto se hizo cargo de la factura y le escoltaron de vuelta a la limusina de la misma manera en que había entrado al restaurante - entonces me sentaron a su lado. Nuestro próximo destino era un agrupamiento de pequeñas casas de campo rústicas a lo largo de la Pacific Coast Highway. El conductor nos condujo hacia la parte trasera y los agentes del Servicio Secreto fueron los primeros en ir a la habitación, la abrieron, la comprobaron y después volvieron al coche. Me abrieron la puerta, me escoltaron dentro, cerraron la puerta y yo esperé, aparcada como un robot, mientras venía Reagan.
Después cuando los agentes salieron de la habitación, Reagan comentó que le gustaba aquel lugar, que le recordaba el rancho. Me cogió la mano derecha y me preguntó, "¿Tenemos que hacer nuestro baile?" "Juegas tú", respondí. Así que él me hizo dar varias vueltas, a propósito de la programación y entonces me tiró sobre la cama. Yo llevaba un pantalón blanco con borlas de fantasía en la parte delantera y botas blancas cortas. El me había dado un reloj con su imagen para que lo llevara durante ese día, pero más tarde los agentes me lo quitaron. A Reagan le encantaba aquel reloj. Me desabrochó la camisa mientras se echaba en la cama a mi lado e iba directamente a mi ombligo y empezaba a tocarme con los dedos alrededor del ombligo. Esperando la respuesta de mi programación, yacía boca arriba para que yo le satisficiera. Después, hizo una corta siesta y entonces me envió para avisar al agente que estaba esperando en la limusina. El agente inmediatamente dirigió al conductor a colocarse en posición, y ellos escoltaron a Reagan de vuelta a la limusina.

Bajamos por la Pacific Coast Highway otra vez y se detuvieron para dejarme en una gasolinera de Malibu, donde me encontré a un hombre en un coche sin marcas que me llevó a la Cruz de Pepperdine. Cuando estuve fuera dijo, "¿no estabas meditando?" Como respuesta, fui caminando como un robot hasta debajo de la cruz y me senté allí otra vez. Él gritó "¡No demasiado tiempo!" Y se fue. Me levanté, totalmente inconsciente de haber estado con alguien, pensando que sólo había estado meditando profundamente durante mucho tiempo. Cogí el coche y conduje por el barranco hasta casa donde, con la ayuda de nuestra criada, preparé la cena. Estaba bastante fuera de mí.
Fui utilizada con Reagan cientos de veces, si no más, desde que era adolescente. Él sabía que tenía que dejar pasar un tiempo entre la utilización de mis archivos mentales cuando hacía una demostración o obtenía información y el sexo. Así que tener una comida relajado proporcionaba el tiempo necesario. Tenía que hacer una señal o una indicación para cerrar los archivos mentales y después, a partir de entonces, debía transcurrir una cierta cantidad de tiempo antes del sexo. Cuando ya fue Presidente, la cruz de Pepperdine servía de punto de recogida para llevarme a cabañas, chalets, o sacarme de casa para estar con él sexualmente después de que el Consejo hubiera aportado información para él a través de mi ordenador en casa. Muchos mensajes me los daba Bob por teléfono, o más bien Henry, cuando eran de carácter político, porque los detalles políticos eran más complicados y llevaban más tiempo que las simples rutinas bien marcadas para satisfacer sexualmente a las estrellas o a los políticos amigos de Bob.

A principios de los años 80 también me reunía con Reagan para sexo en noches en que conducía yo misma el coche, diciendo a mi marido que teníamos que aprender a ser más independientes. Iba en mi coche y jugaba al "juego metafísico" que había aprendido de los libros que me habían sugerido que leyera. Por ejemplo, sólo tenía que conducir espontáneamente y por arte de magia detenerme cuando me pareciera "bien". Una noche, sólo "se me ocurrió" pararme en un hotel muy caro de Santa Bárbara y comprobar el interior de una habitación y esperar a Ronnie. Naturalmente, antes de llegar él allí dos hombres trajeados, llevando maletines llenos de equipos de programación, entraron por su cuenta en mi habitación del hotel y me torturaron preparándome para el Presidente.
Otra vez solo "pensé" en detenerme en un gran hotel cerca del muelle de Santa Monica, donde otra vez, me encontré con Reagan.


LA ESTACIÓN DE ARMAMENTO NAVAL DE POINT MUGU Y LOS DELFINES

Recuerdo haber estado en una camilla en Point Mugu, tapada con una sábana blanca, un casco blanco con electrodos en la cabeza y una vía Intravenosa en el brazo. Tenía conectados los electrodos por todo el cuero cabelludo y en las muñecas y me hacían escuchar sonidos de ballena y delfín mediante auriculares. Grandes cantidades de equipos de audio y grandes cintas en grabadoras todos funcionando. A menudo hacían sonar música o sonidos en un oído y tonos o instrucciones habladas en el otro. A veces el sonido era muy fuerte en una oreja y casi inaudible en el otro. Las palabras eran apenas perceptibles pero yo a menudo intentaba realmente escuchar lo que me estaba sonando en el oído, aunque fuera imposible de oír. El sonido me dolía en el oído y los dos extremos acoplados casi me volvían loca.
Había delfines en depósitos en Point Mugu que también eran utilizados para investigación. A veces, también tenían electrodos en la cabeza. Creo que intentaban medir los pensamientos y la comunicación telepática. Llegado un momento ellos me inducían a enviar un mensaje al delfín con mi mente y entonces escuchar y decodificar el lenguaje de la respuesta del delfín. También trataban de hacerlo con el lenguaje de las ballenas. Los programas de natación que me permitían nadar largas distancias sin cansarme, me permitieron también junto con la sugestión hipnótica, ser como un delfín y poder nadar siempre como uno de ellos.

Creo que la investigación con los delfines era un proyecto secundario y entre otras cosas era un proyecto más de tecnología en telepatía de los servicios de EEUU. La investigación con delfines continuó para que pudiéramos comunicarnos a larga distancia con delfines, enviarles mensajes, y para cuando yo los recibiera, me dieron un número al que llamar inmediatamente para informar de lo que había oído. Juntaron esta necesidad de informar a la de tener que ir al baño y una vez en el baño disociarme, cambiar de personalidad y llamar para informarles, como si fuera una especie de "ET llamando a casa".

Apenas una semana antes de que mi marido y yo estuviéramos listos para ir a hacer un viaje en barco a las Islas del Canal, me recuerdo haciendo una visualización que me habían enseñado, mentalmente, me imaginaba a mí misma en medio de un grupo de delfines. Hacía todo este proceso intentando conectar realmente con los delfines en nuestro viaje. Antes de salir, le dije a Craig que yo ¡tendría una experiencia con delfines! Mira por donde, cuando estábamos lejos en medio del Océano Pacífico, todo un rebaño de delfines rodearon nuestro barco. Cuando los vi venir me emocioné tanto que me puse las gafas de buceo, y salté de la barca en medio de ellos. ¡Nadie a bordo podía creer en mis acciones impulsivas! Parecía que el tiempo se había detenido y me sentía como si me mantuviera en un estado de animación suspendida parecía como si un gran delfín estuviera energéticamente vinculado conmigo. ¡Parecía como si el tiempo se hubiera detenido y fue una experiencia increíble! Después de eso, empecé a "ver la luz de todo". Todavía no tengo una comprensión exacta de lo que pasó, pero empecé a tener sueños proféticos increíbles y más experiencias psíquicas. Creo que esto también formaba parte de un experimento.

Me habían hecho una "programación delfín" más amplia. Me mostraban películas, fotos e imágenes en movimiento con bonitas músicas, administradas conjuntamente con drogas que me inyectaban en el brazo para ponerme en un estado de total euforia mientras estaba viendo imágenes de delfines. Estas películas y otros estímulos positivos reforzaban los buenos sentimientos que surgían para disuadirme de la información del Star Wars. La programación Delfín cubría el proyecto Star Wars. Las ballenas cubrían un proyecto de la NASA. Esta todopoderosa programación estaba destinada a que yo no accediera a la información almacenada de forma ordenada en el cerebro lejos de mi conciencia.
Había películas que me atraían hasta el punto de dejar a mi familia por la noche para asistir repentinamente. Iba a diferentes librerías nueva era o a otros lugares donde me habían dicho que fuera a ver películas de delfines, algunas creadas muy sofisticadamente con música. Una pareja que había creado y viajaba compartiendo su película de delfines, decía a la pequeña audiencia que entraran en estado meditativo y vieran la película con el fin de lograr expandir la conciencia. La película contenía diferentes formas geométricas que se mostraban junto a los delfines en ciudades subterráneas. El tema de los delfines continuó mientras vivía en la isla de Kauai.
El proyecto del presidente Reagan, Star Wars, está situado en mis archivos mentales bajo la programación Delfín. Acompañé a Reagan muchas veces a Point Mugu y a otras bases militares, pero Point Mugu era el principal lugar donde se me descargaba información secreta de los archivos mentales, en primer lugar. Después me llevaban a diferentes bases en todas partes, normalmente sin Reagan, a entregar la misma información una y otra y otra vez, por todo el mundo a los principales implicados. La película La vuelta al mundo en 80 días y la canción fueron utilizadas para cubrir esta actividad. Así que yo pienso en esta película y creo que la estoy recordando en vez de mi actual trabajo. Otras películas eran utilizadas intentando cubrirlo y revolviendo intencionadamente mis experiencias. En cuanto recuperaba recuerdos de la manera en que había sido utilizada, lo solucionaba a base de 'películas reales' para descubrir qué había pasado en realidad.

Star Wars era una red mundial que trabajaba conjuntamente para el control global. Esta red continuó cuando me trasladaron a la isla de Kauai, donde a menudo informaba en la Base de Misiles de Barking Sands.


LA PROGRAMACIÓN DELFÍN Y LA PORNOGRAFÍA

Otro proyecto auxiliar, uno que suponía ganancias, era la pornografía con delfines. La pornografía con delfines se filmaba en Malibú y en los depósitos con delfines de Point Mugu. Era conveniente porque ya tenían las jaulas construidas y porque podían alojar allí a los delfines para ser utilizados casi en cualquier momento. A Reagan en realidad le gustaban las historias con delfines. Vio un video porno de Kelly y yo con un par de delfines. Durante el visionado, sonrió, me dio unos golpecitos en la pierna y dijo: "Estaré vosotras más tarde". Él no hacía sexo con niños y no tenía sexo con mi hija. Cuando terminó la película, dijo, "Es bonito miraros mientras realizáis vuestro ballet bajo el agua, ¡pero veros con el delfín está fuera de este mundo!" Rió y levantó la mirada, como si estuviera viendo un misil o el lanzamiento de un transbordador. Se filmaba un montón de porno con delfines. Creo que Bob dio copias al príncipe Charles, al príncipe Philip y a Margaret Thatcher, que era lesbiana.

Durante años a mi hija Kelly a menudo la programaban a mi lado. Nos daban instrucciones a ambas a la vez con las narices en contacto, y después nos entregaban un electroshock con electrodos pegados en todo el cuerpo. Ambas llevábamos vías intravenosas en los brazos y pese al trauma, nos reíamos como si estuviéramos las dos borrachas. Ella era muy joven y esto continuó durante años. Además de toda la programación regular, también nos programaban para ser un equipo sexual madre - hija. Había un montón de programación establecida en la que se nos hacía creer que éramos almas gemelas, "dos guisantes de una vaina". Estaba programada para creer que una mitad de mí se encontraba en ella y una mitad de ella estaba en mí. Había mucha confusión de identidades. Nos programaron para estar totalmente sincronizadas, por lo que podíamos fluir juntas y trabajar en armonía mientras servíamos sexualmente a quien fuera que nos enviaran. Nuestros controladores utilizaban la película ET como una "pantalla de memoria" para cubrir la memoria de aquellas experiencias reales diciéndonos a Kelly y a mí que éramos como ET y Elliot, y que si una de nosotras se libraba de la otra moriríamos. El mensaje que nos daban era: "Si os desprograman o un hospital os libera, quedaréis separadas la una de la otra para el resto de vuestras vidas. ET estaba a punto de morir y tuvo que irse a otro planeta lejos de Elliot. Un marchito Crisantemo blanco os lo recordará, se marchitará y morirá si no está en la viña, lejos de la fuente".

A los tres meses Kelly era capaz de flotar de espaldas, sin ayuda, y otras clases de natación desde el principio le permitieron ser una excelente nadadora, natural dentro del agua. También recibió programación para mejorar sus capacidades naturales de natación, lo que le permitía nadar largas distancias. Kelly era buena con los delfines. Había sido entrenada especialmente para ello desde que era muy pequeña.
Años después, en 1993, me di cuenta que nos habían llevado a mis hijos y a mí a Point Mugu para programación, volví, tratando de conseguir darle un vistazo más de cerca intentando entender qué estaban haciendo esa gente. Pero estaba fuertemente custodiado, y ahora sé por qué. Curiosamente, el año pasado durante un vuelo, tuve la oportunidad de sentarme al lado de un hombre de California. Fui guiada espiritualmente a compartir con él mi experiencia de programación en la Base Naval de Point Mugu. Cuando llegué a la parte de los depósitos de los delfines y los bancos de los equipos de grabación, abrió los ojos y dijo: "Usted debe haber estado allí, nadie sabe nada de esto a menos que haya sido, es una zona clasificada". Después de nuestra conversación él seguía moviendo la cabeza.

En mi familia y a mí a menudo nos hacían ir de Point Mugu a la UCLA para programación, y cuando era necesario, nos llevaban a la base Edwards de la Fuerza Aérea para programación adicional.


LA BANDERA CON ESTRELLAS

Oh, decidme veis las primeras luces del alba Las que tan orgullosamente saludamos en el último destello del crepúsculo.
Con sus amplias franjas y estrellas brillantes a través de la peligrosa lucha, Las contemplamos ondeando tan galantemente sobre las murallas.
Y el resplandor rojizo de los cohetes, las bombas estallando en el aire, Daban prueba toda la noche de que nuestra bandera aún estaba allí.
Oh, di que hace que la bandera con estrellas aún ondee Sobre la tierra de los que son libres y el hogar de los valientes.

Sí, todavía ondea, pero no sobre la tierra de los que son libres y el hogar de los valientes.

"No les tengas miedo, porque no hay ningún secreto que no haya de ser manifestado; ni nada oculto que no haya de saberse". - Mateo 10:26






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